Se trata de un tesoro ubicado en los alrededores de la Sierra de Aitana, en el paraje conocido como Racó de Felip o Sobirà en el término municipal de Gorga, allí se encuentra este olivo peculiar de más de 2000 años de antigüedad, situado en un olivar en pleno Valle de Travadell.
Para los vecinos es un árbol mágico, impresionante tanto por su porte como por su altura pero lo que más sorprende es su leyenda. Aunque hoy en día esté abancalado, siglos atrás los lugareños decidieron aprovechar la oquedad de su tronco para hacer una casa dentro del árbol. Poco a poco ampliaron algunas estancias más y allí vivió una familia durante años. Prueba de ello es la fotografía adjunta, de principios del siglo XX, donde la familia aparece con su casa-olivo. Hoy queda la estancia del tronco con su puerta y sus ventanas, siendo aun refugio de pastores durante los días de tormenta.
El tronco es espectacular, con un perímetro de 13 metros, en su interior hay bancos donde pueden sentarse perfectamente quince personas tal y como nos ha explicado su propietario Juan Ferrandiz Soriano.
Se reconoce el esfuerzo de su propietario para mantener vivo un ejemplar único en España, no escatimando hospitalidad a cualquier viajero que quiere visitar su olivo y que sintetizan algo especial como es estar dentro del corazón del árbol pues sentir su techo de raíces, sus brotes nuevos y su frescor mientras se contempla por la ventana el verdor del valle de Travadell, es una experiencia única que merece la pena visitar.
Este enorme olivo milenario ofrece aún una gran producción de aceitunas, más de 200 kilos de olivas al año que atestigua que goza de buena salud. Lo espectacular del olivo es una gran sala interior, que nos recuerda los cuentos de fantasía y fabulas de quienes viven dentro de un tronco.